Sobre qué es qué

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Nadie necesita ir a ninguna parte. Todos estamos ya allí, lo sepamos o no. Si supiese quien soy en realidad, dejaría de comportarme como lo que creo que soy; y si dejase de comportarme como lo que creo que soy, sabría quien soy.
El saber quienes somos en realidad produce bienestar, el bienestar produce el tipo más adecuado de bien hacer. Pero el bien hacer no produce el bienestar por si mismo. Podemos ser virtuosos sin saber quienes somos en realidad. Los seres que son simplemente buenos no son buenos seres; son nada mas que columnas de la sociedad.
El bienestar es saber quienes somos en realidad; y para saber quienes somos en realidad debemos saber primero, momento a momento, quienes creemos ser y qué nos impulsa a sentir y hacer esa mala costumbre de pensamiento. Un momento de claro y total conocimiento de lo que creemos ser pero en realidad no somos, pone fin, por el momento, a la charada maniquea. Si renovamos, hasta que se convierten en una continuidad, esos momentos del conocimiento de lo que no somos, podemos sorprendernos de pronto sabiendo quienes somos en realidad.
La concentración, el pensamiento abstracto, los ejercicios espirituales: exclusiones sistemáticas del reino del pensamiento. El ascetismo y el hedonismo: exclusión sistemática del reino de las sensaciones, los sentimientos y la acción. Pero el bienestar es el conocimiento de quien es uno en realidad, en relación con todas las experiencias; tened conciencia, entonces; tened conciencia en todo contexto, en todo momento, de todas las cosas, honrosas o deshonrosas, agradables o desagradables, que podáis estar haciendo o sufriendo. Ese es el único yoga autentico, el único ejercicio espiritual digno de ser practicado.

- A. Huxley [La Isla]