Existo, luego pienso.
|¿Razonar y creer son verdaderamente opuestos?
El pensamiento acaba donde comienza la certeza. La fe es la certeza sin pensamiento. Creer es creer saber, sin dudarlo. Pensar es dudar, primero que nada de la fe.
¿Pero que puede saber la fe sobre el pensamiento o viceversa? Uno es ajeno al otro. No se comprenden.
Pensar es creer que no creo.
Pensar (o dudar) a secas llevado al extremo es contradictorio. La existencia misma del pensante no tiene ninguna razón de ser (está ahí y ya está). Pensar es un elección entre otros caprichos.
Así, si la existencia es capricho –yo no podría decir de quién, en mi opinión de Nadie-. Seria más apropiado decir (en este caso): “existo, luego pienso” que “pienso, luego existo”.
Se puede dudar por dudar, por ociosidad. Pero dudar de la existencia no tiene sentido. Solo es una manera más de pasar el rato.