Yuls

|

Yuls suele tener dificultades para conseguir dormir, es insomne. Intenta no desperdiciar ni un solo segundo de su conciencia. Es adicto a conocer cuanto tenga al alcance. Yuls no para de buscar información. En su retina nunca se borra ese eterno “¿por qué?”. Desde que tiene uso de memoria, que su obsesión por conocer todo cuanto pueda está ahí, dentro de él, sobre él. Es un ser en forma de pregunta (y quien no?). ¿Por qué un dios? ¿por qué policía? ¿por qué libertad, vivir, morir, reproducirse, estudiar, etc, etc?

Cada día conoce algo nuevo, cada vez siente con más fuerza que sabe menos, nada, que es imposible saber cualquier cosa. Se le ocurre que estamos hechos para vivir y no para conocer, que son cosas contrarias, opuestas; que tiene que elegir, pero su libertad carece de opciones. No elegimos los caminos, solo caminamos. Solo existimos, soñamos; después quién sabe.
Porqués tras porqués su vida pasa igual que la de cualquier otro...hasta que un día todo se reduce a la siempre eludida pregunta: ¿Por qué tantos porqués?.

Poco a poco empieza a notar algo que a primera vista parecía absurdo, comienza a percibir que vive en una cultura (de una “civilización” que llaman occidental) que desde hace ya siglos padece de una enfermedad, y él es uno de los del grupo más afectado. El peor síntoma es la infravaloración de la capacidad de sentir, provocando que ciertos personajes intenten vivir por y para “la razón”, de espaldas a la naturaleza –a la naturaleza de cada uno-, o más aun, a los propios sueños, depresiones, miedos e infinidad de elementos que no surgen desde un plano al que se le pueda llamar objetivo, sino algo tan supuestamente opuesto como es el conocimiento de uno mismo, ese desconocido que algunos –con temor- llaman inconciente (o sea, todo excepto de lo que somos conciente; algo inimaginable, no conocible, pero no por esto inexistente). ¿al deprimido se le va su pesar porque llegue a la conclusión de que estar así es malo?...La razón dice cómo estar bien y sin embargo las cosas no pasan solo con decir: “¡sé feliz!”. Algo que no vemos, algo que ignoramos nos mueve constantemente, sin saber nunca por qué y para donde, pero aun así la locura sigue...-sumado a que aun así seguimos con la (necia) idea de que somos capaces de dominarnos sin tener en cuenta lo más profundo de cada uno (que es ajeno a la logica), y algunos no solo a si mismo sino también a los demas-.

¿Que puede llegar a decir cualquier teoría sobre un sentimiento, una sensación, un deseo? ¿cómo alguien puede atreverse a traducir un dolor o una intuición a palabras? Una palabra es un esqueleto de algo sentido y muerto en el mismo momento en que se quiso nombrar...

Yuls intenta desaprender, desandar ese camino que no eligió hacer. Teniendo la esperanza de poder conocer lo único que vale la pena: profundizando en si mismo, para así también en los demás. Ya no quiere seguir engañándose con teorías vacías. Pero claro, esto solo es un decir...